 En un principio los Barroso vivian en la segunda cuadra (mas exactamente en la casa 21, justito en la esquina de la segunda y la ruta) pero luego les cambiaron la vivienda a la calle 3 casa N° 68 exactamente a los fondos de mi casa (la 77). Nuestros padres se hicieron amigos (a tal punto que mi vieja fue su madrina de Confirmación) y establecieron un especie de "acuerdo". Se podía atravesar por el fondo y pasar por el patio de nuestras casas si queriamos ir a la tercera o ellos podian pasar por mi patio si querian ir a la cuarta, acortando camino. Tenía (y tiene) un hermano mellizo (Oscar, ver foto del equipo de Peluca) pero que parecía mas chico que ella y una hermana mas grande (Delia). Dueña de una infancia bastante dificil (algo comun en nuestra generación, parece) hacian que Chichí fuese bastante tímida e introvertida, como también reservada y bastante callada. Como tenía primos y hermanos mayores en su casa siempre había discos y buena música para escuchar. Aprovechábamos eso surtiéndonos de esos discos tan caros y tan difíciles de comprar en esa época. Teníamos una amiga en común, Nidia. La "Flaca" se transformó con el tiempo en su compañera inseparable y compinche, hasta hoy. Propietaria de una minúscula cintura y un culo que parecía "de quirófano" dos elementos que hacían que los varones nos quedáramos sin aliento cuando Chichí pegaba la vuelta en la esquina y era, por cierto, las mas enviadiada por las de su mismo género, haciendo que ella fuera amiga de todas pero en realidad amiga de pocas. Novia mia desde muy chico (yo 14, ella 12... entiendase por novia el caminar de la mano por el barrio, encontrarnos en los asaltos de Mónica Coira o andar en bicicleta) nuestro "noviazgo" transcurrio durante los últimos 9 meses del gobierno de la Presidenta María Estela Martínez de Peron y se fue volando igual que la "Perona" lo hizo con el helicóptero desde el techo de La Rosada en marzo del '76, transformándose en una excelente amiga desde entonces. Honesta, fiel, buena persona y muy leal eran (y son) sus principales virtudes, características que parecian que pasaban desapercibidas para algunos que preferían primero opinar o criticar y luego conocer. Renegadísima de su nombre (hoy se hace llamar "Bea") para nosotros es y seguirá siendo sencillamente Chichí. Una alegría enorme para "la flaca", para mi y para todos los que la tratamos el haberla encontrado nuevamente, prometiéndonos algún reencuentro en el Ateneo de tanto en tanto sin perdernos otra vez. Bienvenida a casa
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